DANKE, SUIZA

Danke, Suiza

Invierte en viajar, que es invertir en vivir. Usa lo que ganes para alejarte de vez en cuando, que no puede haber perspectiva sin distancia. Vete y vuelve, y vete. Créeme que nada te va a dar momentos de mayor felicidad.

Viaja joven, las circunstancias no harán más que complicarse luego. Viaja lejos y viaja cerca. Viaja con tu gente más querida, viaja solo; viaja soltero.

Sólo después viaja en pareja. Nada pone a prueba el amor como viajar juntos.

Camina, camina, camina. Quémate los pies recorriendo calles nuevas. Piérdete sin miedo. Habla con desconocidos, escucha todas las historias, haz todas las preguntas. Come solo, come desnudo, come sin prisa, come de camino. Come allá lo que nunca vas a comer aquí. Lo caro y lo barato, lo verde y lo rojo, lo duro y lo espeso.

Exprime cada día y cada noche. Emborráchate al menos una vez en cada ciudad. Prueba todo lo que no te mate. Haz el ridículo. Enamórate por un par de días. Ama en otro idioma. Habla en otro idioma.

Viaja con humildad, que es lo que garantiza la capacidad de asombro. Sorpréndete de lo épico y de lo simple, de lo extraordinario y de lo mundano. Asómbrate de los olores, de los colores, de la naturaleza. Asómbrate del arte, del caos, del futuro y del pasado, de lo exquisito y lo repugnante. Aprende sin soberbia y déjate arrollar una y otra vez por el asombro, que es lo que hidrata al alma y el cerebro.

Viajar es horrible para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente.